Nuestros
La acción educativa del colegio se sustenta en los siguientes principios:
vAlor de la formación católica:
Somos un Colegio de Iglesia y esta mirada católica concibe a la persona como un ser creado a imagen y semejanza de Dios, dotado de cuerpo y alma, poseedor de dignidad, entendimiento y voluntad, que está llamado a la perfección. Siguiendo esta línea se busca formar personas íntegras, que puedan desarrollarse en lo intelectual, espiritual, social afectivo, ético y moral, dentro del marco de la enseñanza de la Iglesia Católica y fiel a los principios y valores de nuestro Padre Fundador.
Todos las niñas y niños poseen un gran potencial de desarrollo intelectual, espiritual, ético y moral. Por lo tanto, la vulnerabilidad socioeconómica y las desventajas socioculturales no pueden esgrimirse como excusas para justificar bajas expectativas en cualquier ámbito.
confianza en potencial de las personas
Respeto por las personas:
Valoramos la individualidad y los derechos de las personas. Esperamos que cada integrante de nuestra comunidad educativa sea valorado y se le respete su dignidad, se le reconozcan sus méritos, se asegure la igualdad de oportunidades y se vele por la existencia de un buen ambiente de trabajo.
El esfuerzo invertido en el estudio y los logros académicos contribuyen a la formación del carácter, al desarrollo de una buena autoestima y a vencer la resignación aprendida. Por ende, el aprendizaje de habilidades y conocimientos ayuda a la integración social, facilita la movilidad socioeconómica y es una fuente de enriquecimiento y goce personal.
Valor de la excelencia académica:
Educación en valores:
El Colegio San José busca desarrollar personas íntegras, con una sólida formación del carácter, por medio de la práctica constante de ciertas virtudes esenciales: criterio, respeto, amor, integridad, fortaleza, autodisciplina, actitud positiva, empuje, gratitud y humildad. La enseñanza y ejercicio de estas virtudes permiten hacer realidad los valores cristianos que el colegio promueve.
Buscamos mejorar permanentemente el quehacer pedagógico, por lo que se mantiene una política de “puertas abiertas”, lo que implica que la labor de los profesores y el trabajo de los estudiantes está sujeto a observación, revisión y discusión constante. En esta búsqueda de mejores prácticas, el acompañamiento al aula, reflexión entre pares y los cursos de perfeccionamiento también juegan un rol importante.
Mejoramiento continuo:
Inclusión Educativa:
Proponemos un tipo de educación que ponga atención a las diferencias individuales de los estudiantes, a sus ritmos de aprendizajes, a sus estilos cognitivos, a su entorno familiar, social y cultural; para que la personalización de cada uno de nuestros niños y niñas se haga realidad en un modelo pedagógico coherente con ella.
Postulamos un colegio abierto a nuestros estudiantes y apoderados, preocupándonos por sus necesidades, donde la participación sea uno de los pilares de nuestro estilo pedagógico, manteniendo canales de comunicación efectivos y formales entre los estudiantes, los padres y apoderados y las distintas instancias del colegio.
Participación:
Nuestra Vitalidad:
El trabajo al interior del establecimiento se basa en el principio cristiano de que la persona nace, crece y se desarrolla en comunidad. Obedeciendo a este principio, promovemos y fortalecemos el trabajo en equipo, la participación y el compromiso y servicio a los demás.